Continúan las tensiones entre Argentina y Venezuela luego que el gobierno de Maduro no dejará pasar a los gendarme argentinos a territorio venezolano. El objetivo del gobierno argentino era custodiar la sede de la embajada argentina en Caracas, donde se refugian seis dirigentes cercanos a María Machado, líder opositora al oficialismo.
Si bien la Cancillería continúa con las tratativas para definir una negociación con dirigentes venezolanos hay irregularidades que nos respetan acuerdos internacionales.
Los seis dirigentes -Magalí Meda, Claudia Macero, Humberto Villalobos, Pedro Urruchurtu, Fernando Martínez Mottola y Omar González- están como “huéspedes” en la embajada argentina, pero no pidieron asilo. Allí reside el encargado de negocios de Argentina, Gabriel Volpi, con su familia.
El desacuerdo por los gendarmes se suma a la serie de cortocircuitos que se registran en las relaciones bilaterales desde que Milei asumió la Presidencia. Uno de los últimos episodios fue la prohibición para los aviones argentinos de surcar espacio aéreo venezolano, en represalia por el decomiso hacia Estados Unidos del avión de Emtrasur, que estuvo durante meses retenido en Ezeiza, al igual que su tripulación compuesta por venezolanos e iraníes.