Un proyecto sobre prevención y control de resistencia a los antimicrobianos que exige, entre otros aspectos, la presentación de una receta médica archivada para la compra de antibióticos, antivirales y antiparasitarios, fue convertido en ley por la Cámara de Senadores.
La iniciativa obtuvo el apoyo de forma unánime de todas las fuerzas políticas que integran la Cámara alta ante la mirada de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, quien fue invitada por los senadores para que se siente en el hemiciclo, de frente a las bancas.
El proyecto requiere de la supervisión de las infecciones asociadas a los cuidados de salud, hospitales y terapias intensivas. También prevé la generación de un plan nacional de control de enfermedades producidas por agentes resistentes.
Vizzotti, consideró que la aprobación de esta ley «es un paso fundamental para fortalecer las acciones que se realizan vinculadas a esta problemática ya que otorga herramientas concretas y un marco legal para garantizar la continuidad de todo el trabajo que se viene realizando desde la cartera sanitaria nacional junto con las 24 jurisdicciones».
«La resistencia antimicrobiana ya era un problema de salud pública y la pandemia no hizo más que acelerarlo y agravarlo”, explicó la ministra y destacó que «es una de las diez principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad”
Uno de los artículos establece que para la compra de un antimicrobiano en una farmacia no baste con una receta simple, sino de una archivada, como suele ocurrir con la prescripción de psicotrópicos. Además, se establece que el médico debe incluir el diagnóstico en la receta.
Una de las falencias que intentará superar la legislación está vinculada con la duración de los tratamientos.
Por ello, el proyecto de ley exige a la industria farmacéutica una readecuación de los formatos de venta con el tratamiento completo de los antimicrobianos.
Asimismo, está previsto que la reglamentación del Poder Ejecutivo, una vez que el expediente sea convertido en Ley, establezca que las cajitas de los medicamentos lleven impresa la leyenda “Este medicamento puede producir resistencia antimicrobiana”.
La iniciativa también refiere a la salud animal y como “factor de crecimiento de la industria avícola y ganadera”.
Se prevé, en ese sentido, la creación de una comisión nacional interministerial entre las carteras de Salud y de Agricultura, para establecer “límites y una reducción de los factores de crecimiento como antimicrobianos y un listado de esos productos que sólo podrán usarse en la salud humana como únicas alternativas terapéuticas ante ciertas bacterias”.
Finalmente, aunque no prohíbe la entrega de las denominadas “muestras gratis”, exige una prescripción y por una cantidad que cubra todo el tratamiento.
Legislación de avanzada
El presidente de la Comisión de Salud del Senado, el peronista tucumano Pablo Yedlin, contó que los agentes microbianos “empezaron a generar resistencia a los tratamientos” lo que “hizo que hoy algunos micro organismos sean tan resistentes que no tenemos la posibilidad de tratarlos”.
“Es tan significativa esta situación que la Organización Mundial de la Salud considera que es una de las diez causas más importantes que ponen en riesgo a la humanidad”, aseguró.
Yedlin también dijo que el año pasado fallecieron cinco millones de personas en el mundo por resistencia a los medicamentos, y agregó que “si no se toman medidas, en 2030 habrá diez millones de muertes por año”.
“Hoy el Congreso cumple liderando con una legislación de avanzada. Estos son los temas que trabajan en la prevención real”, sentenció.
La Resistencia Antimicrobiana se produce cuando los microrganismos patógenos (virus, hongos, parásitos, pero principalmente bacterias) que causan enfermedades se vuelven resistentes a los medicamentos que se utilizan para combatirlos. Se trata de una problemática global y se estima que para el año 2050 puede constituirse en la primera causa de muerte a nivel mundial.
El uso de antibióticos en cualquier circunstancia puede promover el desarrollo de resistencia, por eso una de las principales estrategias para limitar y contener esta problemática es la restricción del uso de antimicrobianos a las situaciones en las que sean imprescindibles o insustituibles.
En la Argentina se creó en el 2015 mediante resolución conjunta de los Ministerios de Salud y Agricultura, Ganadería y Pesca, la “Comisión Nacional de Control de la Resistencia Antimicrobiana” (CoNaCRA) quien lidera elseguimiento del “Plan Nacional de Acción para el Control de la Resistencia a los Antimicrobianos” (PNA).