Este lunes se convocó de forma urgente al parlamento para poder dar una respuesta al ataque golpista en que bolsonaristas invadieron y destrozaron las sedes de los tres poderes del Estado de la capital brasileña.
Lula firmó un decreto donde se convoca de forma urgente y extraordinaria el Congreso Nacional para poder darle una respuesta al atentando de la democracia brasileña.
Según integrantes del gobierno consideran que las formaciones bolsonaristas fueron montadas a propósito para vulnerar el sistema democrático.
Desde temprano se vio a personas cargando carpas y bolsos, varios de ellos con remeras amarillas e inscripciones de apoyo al ex mandatario ultraderechista, mientras dejaban el lugar, luego que De Moraes diera un plazo de 24 horas para cumplir la orden.
El ministro del STF prohibió además, y hasta finales de enero, la entrada de camiones o autobuses con manifestantes en el Distrito Federal de Brasil y liberar todas las rutas, los edificios públicos estatales y federales en todo el territorio del país.
Según la Policía Civil del Distrito Federal, al menos 1200 personas fueron detenidas en los incidentes en los que miles de bolsonaristas que se niegan a aceptar la derrota de su líder en las últimas elecciones presidenciales invadieron las sedes del Congreso Nacional, la Presidencia y la corte suprema, reclamando una intervención militar para derrocar al Gobierno electo que asumió sus funciones el 1° de enero.
Los partidarios del ex presidente fueron detenidos por Policía Federal y conducidos a la sede de esa dependencia en al menos 40 colectivos.
De Moraes decretó la prohibición de manifestaciones en la capital hasta el 31 de enero y convocó a alcaldes, gobernadores y generales. También ordenó a la Policía obtener todas las imágenes de las cámaras del Distrito Federal que puedan ayudar en el reconocimiento facial de los terroristas que perpetraron los ataques a los edificios institucionales.