Las encuestas que hasta hace unas semanas parecían escritas en piedra hoy muestran un escenario completamente distinto: Juan Manuel Urtubey y su espacio Fuerza Patria crecen con fuerza, mientras que María Emilia Orozco, la candidata libertaria, empieza a desinflarse golpeada por el desgaste del Mileísmo nacional y los escándalos políticos recientes.
Según el analista Pedro Butazzoni, de la consultora Droit, la campaña entró en un terreno más caliente:
“El oficialismo provincial empezó a moverse con intendentes y funcionarios, pero corre desde atrás. El clima cambió: el discurso neutral ya no sirve, y quien no se define, se queda afuera”.
Butazzoni advierte que el tono del gobernador Gustavo Sáenz se endureció, buscando despegarse de la Casa Rosada. Sin embargo, quien parece capitalizar mejor el malhumor social es Urtubey, que “ocupó el espacio del antimileísmo más duro” y logró mantener un piso sólido del 25%, con chances reales de pelear el segundo lugar.
“A partir de ahí todo se hace cuesta arriba, porque necesita salir a seducir a votantes indecisos”, remarcó el consultor.
Mientras tanto, Orozco acusa recibo del golpe. Las consultoras coinciden en que el libertarismo “viene en caída” desde hace meses, con una baja marcada tras el escándalo de las coimas en discapacidad y las derrotas legislativas del oficialismo nacional.
“La Libertad Avanza dejó de arrastrar votos como antes. Hoy está en zona de riesgo, aunque mantiene alrededor del 30%”, sentenció Butazzoni.
Desde Zuban Córdoba, el director Gustavo Córdoba trazó un panorama igual de picante:
“Difícil que haya victoria libertaria. Urtubey está emparejando la elección. Yo te diría que es un final completamente abierto”.
El escenario, entonces, se recalienta: Urtubey crece, Orozco se apaga y el oficialismo provincial busca oxígeno.
Nada está definido y el clima preelectoral se espesa con cada declaración, cada encuesta y cada movimiento.