En un gesto que busca cerrar un capítulo de tensiones, el presidente Javier Milei se refirió este lunes al fallecimiento del Papa Francisco, con quien mantuvo una relación compleja desde su llegada a la Casa Rosada. A través de su cuenta de X (antes Twitter), el mandatario escribió: «A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí».
El Gobierno, por su parte, anunció siete días de duelo nacional y confirmó que Milei viajará a Roma para asistir a los funerales en el Vaticano, donde líderes mundiales rendirán homenaje al primer Papa latinoamericano.
Un Comunicado con Errores y Elogios
La Oficina del Presidente emitió un comunicado oficial destacando el legado de Francisco, aunque cometió un error llamativo: en vez de escribir «Bergoglio», el apellido correcto del Pontífice, lo nombró «Bergolio», un desliz que no pasó desapercibido en redes sociales.
El texto oficial resaltó «la incansable lucha del Papado de Francisco para proteger la vida desde la concepción, promover el diálogo interreligioso y acercar la vida espiritual a los jóvenes», así como su «voluntad de llevar austeridad a la Santa Sede». La misiva concluyó en latín: «Requiem aeternam dona ei Domine. Et lux perpetua luceat ei. Requiescat in pace» («Dale, Señor, el descanso eterno. Y que brille para él la luz perpetua. Descanse en paz»).
Una Relación Marcada por Tensiones
Milei y Francisco tuvieron roces públicos desde que el líder libertario asumió la presidencia. El Papa había criticado «el egoísmo de ciertos modelos económicos» en alusión a posturas de libre mercado, mientras que Milei, en sus años de comentarista, había cuestionado su gestión. Sin embargo, en los últimos meses, el Gobierno buscó suavizar las diferencias, incluso enviando una delegación oficial al Vaticano en febrero.
Ahora, con la muerte del Pontífice, el presidente argentino parece optar por un tono conciliador, subrayando su «bondad y sabiduría» en un intento por cerrar heridas.
Argentina en Duelo
Mientras el país se prepara para despedir a su Papa más universal, la figura de Jorge Bergoglio sigue generando reacciones encontradas. Para algunos, fue un líder revolucionario; para otros, un sacerdote demasiado político. Pero más allá de las posturas, su muerte marca el fin de una era.
Milei, quien tendrá un rol protagónico en los homenajes oficiales, enfrenta ahora el desafío de honrar su memoria sin borrar sus diferencias. El viaje a Roma será, quizás, la última página de una relación que nunca fue sencilla.