Este sábado por la mañana, el corazón del pueblo latió al ritmo de las risas de niños y adultos que participaron de la Cumbre de Juegos Callejeros, una iniciativa organizada por el municipio para recuperar los juegos tradicionales y fomentar el encuentro comunitario.
Desde las 10:30 y hasta pasado el mediodía, la plaza se transformó en un gran circuito lúdico con más de 50 actividades, donde rayuela, elástico, tejo, arco y flecha, juegos de mesa y serigrafía fueron los protagonistas. Familias enteras disfrutaron de una jornada que combinó nostalgia, diversión y aprendizaje.
Una vuelta a los juegos de antes
El evento buscó rescatar los juegos de antaño, aquellos que solían llenar las calles y veredas antes de la era digital. «Quisimos que los chicos descubran cómo jugaban sus padres y abuelos, y que los adultos vuelvan a sentirse niños por un día», explicaron los organizadores.
Instituciones educativas y organizaciones sociales de la zona se sumaron a la propuesta, aportando dinamismo y creatividad. Hubo espacio para talleres de pintura, música en vivo y hasta una zona de juegos cooperativos, donde el trabajo en equipo fue la consigna.
El espacio público como lugar de encuentro
«Esta cumbre no fue solo para jugar, sino para repensar cómo ocupamos las plazas y las calles», destacaron desde el municipio. La iniciativa reforzó la idea de que los espacios públicos son escenarios ideales para la convivencia y el desarrollo social.
Vecinos como Laura Méndez, quien asistió con sus dos hijos, valoraron la propuesta: «Hoy los chicos están todo el día con pantallas. Verlos correr, saltar el elástico y hacer amigos al aire libre es un regalo».
Un compromiso con la niñez feliz
La actividad fue posible gracias al trabajo articulado entre diferentes áreas municipales, en línea con una gestión que promueve el derecho al juego, la recreación y la vida en comunidad.
«Jugar no es solo diversión, es una forma de aprender, crear vínculos y construir futuro», remarcaron los organizadores al cierre de una jornada que dejó sonrisas, recuerdos y ganas de repetir la experiencia.