Este martes, el riesgo país de Argentina registró un notable descenso, retrocediendo más de 100 unidades para situarse en su nivel más bajo desde mayo de 2018. El índice, medido por el banco JP Morgan, alcanzó los 448 puntos básicos, impulsado por un renovado interés de los inversores en los activos argentinos. Este entusiasmo se refleja en los precios récord de bonos y acciones, en medio de expectativas optimistas sobre una recuperación económica sostenida en el país.
La caída del riesgo país está vinculada al reciente pago de vencimientos de títulos Globales y Bonares, que ha reducido la tasa de retorno de estos activos. Según Maximiliano Donzelli, de IOL, el próximo pago de renta y amortización por USD 4.360 millones, previsto para el 9 de enero, continúa alimentando este panorama positivo, contribuyendo a la disminución del indicador y atrayendo mayor inversión al mercado financiero argentino.
Este descenso en el riesgo país no solo refleja una mejora en las percepciones de los inversores sobre la capacidad de Argentina para cumplir con sus compromisos financieros, sino que también abre una ventana de oportunidad para el país. La posibilidad de acceder a financiamiento en mejores condiciones podría ser clave para impulsar proyectos de infraestructura y fortalecer sectores clave de la economía. No obstante, es esencial que este escenario favorable sea aprovechado con políticas económicas sólidas y sostenibles que mantengan la confianza de los mercados a largo plazo, asegurando así una recuperación económica genuina y duradera.