Mientras el temporal y los vientos Zonda azotaban la ciudad, un peligroso cóctel de vegetación seca y residuos acumulados convirtió el barrio Ampliación 20 de Junio en un polvorín. El fuego, avivado por ráfagas de hasta 70 km/h, arrasó con viviendas, obligó a evacuaciones y dejó a familias sin sus pertenencias. Pero lo más grave: la basura que alimentó las llamas no era casualidad.
El intendente Emiliano Durand, junto a su equipo, descubrió que contenedores de una empresa privada estaban abandonados en la zona, junto a montañas de residuos no autorizados. La compañía, que no cuenta con habilitación comercial ni certificados ambientales, habría estado arrojando desechos ilegalmente en lugar de llevarlos al relleno sanitario San Javier, como exige la ley.
«No podemos permitir que la irresponsabilidad de unos pocos ponga en riesgo a toda una comunidad», afirmó Durand con dureza. El municipio ya levantó actas de infracción y presentó una denuncia formal ante el Tribunal de Faltas, que ahora deberá determinar una sanción ejemplar.
🚨 ¿Negligencia criminal?
Vecinos del barrio, aún conmocionados, no dudan en señalar a los responsables: «Esto no fue un accidente, fue negligencia pura. Esa basura no debería estar aquí», denunció una afectada. Otros exigen que la empresa no solo pague la multa, sino también los daños causados.
Mientras el municipio continúa con el operativo de asistencia a las familias damnificadas, la pregunta queda flotando: ¿Esta empresa seguirá operando impunemente, o la justicia actuará con firmeza?