El 29 de octubre es el Día Mundial de la Psoriasis y la Artritis Psoriásica. La fecha fue establecida con el objetivo de intensificar la información a la comunidad sobre esta patología, para eliminar la estigmatización hacia las personas que la padecen.
- La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, no contagiosa.
- Se caracteriza por irritación, enrojecimiento, picazón y lesiones escamosas.
- Inicialmente, se manifiesta en la piel, pero también puede comprometer las articulaciones, las arterias y el corazón.
Aunque las lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluidas uñas y mucosas, lo más común es que se presenten en codos, rodillas, cuero cabelludo, piernas, brazos y región sacra.
La enfermedad suele aparecer entre los 15 y los 35 años, aunque con menor frecuencia también incide en niños y personas mayores. Se calcula que afecta al 2% de la población mundial.
Dadas las características de la patología, las personas se enfrentan a barreras en el ámbito escolar, laboral o social.
Si bien no es contagiosa, puede ser hereditaria. Si uno de los padres tiene psoriasis, hay un 14% de probabilidad de que la descendencia también la tenga.
Hasta el momento no existe tratamiento que pueda curar la psoriasis, pero sí medicamentos que permiten mejorar la calidad de vida del paciente, al reducir los síntomas y brotes.
Los brotes de la enfermedad pueden provocarse por varios factores:
- El estrés, el exceso de trabajo o un trauma emocional
- La ropa que se frota contra la piel
- Ciertos medicamentos comunes, como los betabloqueantes, los antiinflamatorios no esteroides, como ibuprofeno, diclofenaco, etc.
- Infecciones (en general, de nariz y garganta)
- Lesiones de la piel, como quemaduras de sol o tatuajes.
Al tratarse de una afección que incide principalmente sobre la piel, los tratamientos y controles se efectúan en los servicios de dermatología.