Sin dudas, este miércoles le explotó el Municipio en la mano al Intendente de Tartagal Franco Hernández Berni. Primero con la protesta de 32 mujeres trabajadoras de escuelas primarias que se apersonaron en las puertas del recinto municipal asegurando que hace más de dos meses le presentaron un expediente pidiendo una supervisión en cada edificio, pero no sólo que hizo oídos sordos, sino que lamentaron que su misma secretaria las habría maltratado.
Asimismo, relatan en el medio Video Tar que le habrían enviado mensajes al Intendente y no se habría tomado la molestia de responderles. “Una secretaria de Berni nos trató mal, nos dijo que no vengamos a molestarlo”, lamentó una de las manifestantes.
Pero esto no fue todo, sino que en horas de la noche, un grupo de obreros se presentó en la Municipalidad con sus herramientas pidiendo que se les dé la posibilidad de trabajar, ya que según explicaron, tenían el compromiso del Intendente Berni de continuar en algunas obras, pero esto no se cumplió.
Lo grave de todo esto es que no sólo no fueron escuchados ni recibidos por ningún funcionario, sino que el Intendente habría dado la orden al grupo de fiscalización municipal de quitarles estas herramientas de trabajo y se produjeron empujones, forcejeos y gritos en el intento de “despejar la zona”.