No quedan dudas que el Gobernador Gustavo Sáenz es un hombre “bastante sentimental” y con valores como la amistad “muy fuertes”. Decimos esto porque no le suelta la mano a sus fieles compañeros de ruta en este camino de la política y a quienes lo han sabido acompañar con la camiseta puesta.
Uno de los ejemplos fue primeramente lo que pasó con Juan Manuel Pulleiro, primer Ministro de Seguridad de la gestión de Sáenz como Gobernador, quien luego de dejar el cargo pasó a trabajar a la cuestionada Aguas del Norte.
Precisamente, este jueves se conoció que finalmente el Presidente de Aguas del Norte, Luis María García Salado deja el cargo y pasará a ocupar el puesto de Diego Pérez en la Secretaría de Justicia.
“El Gobernador no olvida”. Y afirmamos esto porque cabe recordar que García Salado fue su gran caballito de batalla cuando se desempeñó como Jefe de Gabinete de la Municipalidad en el mandato de Sáenz como Intendente.
En ese entonces Salado era uno de los pocos, si no el único funcionario que salía a dar la cara ante este proceso histórico como fue la erradicación de la tracción a sangre.
Hoy ante los grandes problemas con el agua que vive no sólo el interior, sino también los barrios de la Capital, el Gobernador como ya lo anticipó días atrás, iba a realizar cambios en su Gabinete. El primero de ellos fue el Ministro de Salud, Juan José Esteban, que en este caso ya se jubila, y ahora la renovación importante que se da es en Aguas del Norte, empresa dependiente del Gobierno, pero el detalle es que Salado no se va a la casa, sino al Ministerio de Justicia.