El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, se reunió esta mañana en la Casa Rosada con el ministro del Interior, Diego Santilli, y el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, en el marco de la ronda de encuentros que Nación mantiene con los mandatarios provinciales antes del inicio de las sesiones extraordinarias y las negociaciones por el Presupuesto 2026.
Sáenz llega a esta reunión con una agenda cargada de reclamos y expectativas. Durante una entrevista televisiva previa, el mandatario anticipó que pedirá incluir en el temario la ley de derribo y la radarización del norte argentino, además de insistir en la necesidad de una mirada federal más profunda.
“De nada sirve el plan Güemes o el plan Roca si custodiamos la parte terrestre y la aérea, pero no hacemos nada”, lanzó el gobernador, en una clara alusión a la falta de políticas integrales de seguridad y control fronterizo.
El encuentro marca un nuevo capítulo en la relación entre Sáenz y el Gobierno libertario, que pasó por altibajos durante las elecciones provinciales, cuando el armado nacional tensó los vínculos en el distrito salteño. Hasta hace poco, Sáenz mantenía contacto directo con Guillermo Francos y Lisandro Catalán, pero ahora la conducción política del Ministerio del Interior está en manos de Santilli, quien asumió la misión de tejer acuerdos con los gobernadores.
El mandatario salteño busca recuperar la confianza y reposicionar a su provincia como un actor clave en la agenda federal. En su exposición pública, volvió a poner el acento en la desigualdad estructural que enfrenta el norte argentino:
“Hay un país que duele y necesita una mirada. El federalismo tiene que traducirse en oportunidades, no en discursos vacíos”, remarcó Sáenz.
También apuntó a la fuga de jóvenes hacia Buenos Aires, que atribuyó a la falta de infraestructura, educación y empleo de calidad en la región. “No puede haber desarrollo sin equidad territorial. Las decisiones no pueden tomarse desde un escritorio en la Capital sin conocer la realidad de cada provincia”, advirtió.
Además, Sáenz se refirió a la minería y la necesidad de consensuar una ley de glaciares equilibrada, que permita la explotación sustentable sin afectar los ecosistemas locales. “No se pueden imponer restricciones desde el desconocimiento”, enfatizó.
Mientras tanto, Santilli continúa con su maratón de reuniones. Este jueves se verá con Osvaldo Jaldo (Tucumán), y el viernes viajará a Mendoza y Neuquén para encontrarse con Alfredo Cornejo y Rolando Figueroa, respectivamente.
Desde la Casa Rosada aclararon que no habrá un nuevo llamado general a los veinte gobernadores que asistieron semanas atrás al encuentro con Milei. En cambio, la estrategia es realizar reuniones bilaterales para consolidar apoyos y preparar el terreno político rumbo al Presupuesto.
“Es mejor que ellos conozcan nuestra agenda y nosotros la de ellos. La gran reunión vendrá después, como la frutilla del postre”, explicaron desde el entorno de Santilli.
Con esta cita, Sáenz reabre el canal de diálogo con Nación, consciente de que la voz del norte vuelve a ser clave en un tablero político que se recalienta a medida que se acercan las definiciones presupuestarias.