En una sesión cargada de tensión política, el Senado de la Nación rechazó los vetos presidenciales y devolvió plena vigencia a dos leyes claves: la que declara la emergencia pediátrica en todo el país, con el Hospital Garrahan como emblema, y la que garantiza mayores recursos para las universidades públicas.
La votación dejó al Ejecutivo en soledad. La norma sobre pediatría obtuvo 59 votos afirmativos, 7 negativos y 3 abstenciones, mientras que la de universidades fue respaldada por 58 senadores, contra 7 rechazos y 4 abstenciones. En ambos casos, se superó con holgura la mayoría agravada de dos tercios.
Con esta decisión, el Congreso obliga al Gobierno a reasignar partidas presupuestarias para infraestructura hospitalaria, medicamentos, insumos críticos, salarios del personal de salud y a reconocer al Garrahan como hospital de referencia nacional. Además, se establece la exención de Ganancias para médicos y trabajadores que realicen guardias y horas extras.
En paralelo, la ley universitaria fija la recomposición inmediata de salarios docentes y no docentes, con aumentos que no podrán ser inferiores a la inflación medida por el INDEC. También prevé ajustes bimestrales de fondos para el funcionamiento de las casas de estudio y paritarias obligatorias con actualizaciones mensuales.
Cruces y frases en el recinto
Durante el debate, la senadora catamarqueña Lucía Corpacci (FdT) sostuvo que no se puede “mirar para otro lado cuando la sociedad nos indica diariamente qué pasa con la atención pediátrica”. Su par Eduardo “Wado” De Pedro, al frente de la comisión de Educación, reforzó: “Estamos defendiendo la universidad pública frente a un intento de vaciamiento”.
El senador Guillermo Andrada fue aún más gráfico: “A más vetos, más votos”, en referencia al efecto político que terminó de unir a la oposición.
Desde la vereda oficialista, la senadora Guadalupe Tagliaferri advirtió que “si el Presidente hubiese tenido el mismo nivel de obsesión para buscar consensos que para imponer recortes, hoy no estaríamos ante esta crisis”.
El trasfondo político
El resultado en la Cámara Alta representa un golpe político para Javier Milei, que había hecho de los vetos una herramienta para frenar al Congreso. El mensaje es claro: el Parlamento, con amplio consenso opositor, está dispuesto a blindar las conquistas sociales en salud y educación.
Mientras tanto, la incertidumbre gira en torno a los próximos pasos del Ejecutivo, especialmente en el cumplimiento efectivo de las partidas presupuestarias y en el tema de la discapacidad, donde los fondos siguen demorados.