En una sesión preparatoria cargada de tensión política, El Kila Gonza logró asumir su banca en el Concejo Deliberante gracias al voto afirmativo de tres concejales: su hermano, Aldo Gonza; la edil Agustina Rodríguez Laconi; y el representante de La Libertad Avanza, Carlos Maldonado.
La polémica se originó cuando el concejal Juan Pablo Dávalos presentó una propuesta para suspender preventivamente la asunción de Gonza hasta que el cuerpo pudiera analizar de manera formal su situación judicial, ya que el edil se encuentra imputado en segunda instancia por presuntos hechos de malversación de fondos, entre otras acusaciones.
La moción no reunió los votos necesarios
Al momento de la votación, la propuesta no alcanzó la mayoría simple requerida para avanzar. El voto negativo de Rodríguez Laconi, el de Aldo Gonza y el del concejal de La Libertad Avanza, Carlos Maldonado, resultaron determinantes para bloquear la suspensión y permitir la jura del edil investigado.
El desenlace generó fuertes cuestionamientos dentro del recinto. Desde sectores opositores señalaron que la maniobra respondió a un pacto político.
Acusaciones de un acuerdo político
Tras la votación, surgieron declaraciones que apuntaron directamente a un presunto entendimiento entre Gonza y el representante libertario.
“Claramente hubo un arreglo entre Gonza y Maldonado a cambio de impunidad. El imputado ofreció la presidencia al concejal de la Libertad Avanza”, denunciaron desde la oposición.
Si bien no se presentaron pruebas formales sobre el supuesto acuerdo, las acusaciones profundizaron el clima de tensión que atravesó toda la sesión.
Un Concejo que inicia su funcionamiento en medio de la controversia
La asunción de El Kila Gonza se da, así, en un escenario político marcado por cuestionamientos públicos, pedidos de revisión institucional y una bancada dividida respecto a cómo proceder frente a concejales con causas judiciales abiertas.