Juan Manuel Urtubey reaparece con fuerza en Salta y complica a Milei y al oficialismo

Después de años de bajo perfil, Juan Manuel Urtubey vuelve al centro de la escena política con una jugada audaz en su provincia natal. Una reciente encuesta de Federico González y Asociados lo ubica en segundo lugar en la intención de voto al Senado, con el 26,2%, apenas siete puntos por debajo de la libertaria María Emilia Orozco, que lidera con el 33,3%.

El dato no solo lo instala nuevamente en el juego político salteño: también lo posiciona como la figura moderada que podría capitalizar el desgaste del oficialismo local y el freno en el crecimiento libertario. Más lejos en la competencia aparece Flavia Royón, candidata de Gustavo Sáenz, con un 15,8%, resultado que la dejaría fuera del reparto de bancas en la Cámara Alta.

El regreso del moderado

Urtubey, que fue gobernador entre 2007 y 2019, mantiene un perfil centrado, dialoguista y federal, y se muestra como una alternativa al tono confrontativo de los libertarios y al aparato del oficialismo provincial. Su irrupción, según analistas, podría volver a articular una agenda de centro capaz de dialogar con distintos sectores, tanto a nivel provincial como nacional.

Mientras tanto, el kirchnerismo, representado por Sergio “Oso” Leavy, y la izquierda, con Claudio del Plá, apenas alcanzan 3,8% y 4,6% respectivamente.

En Diputados, otra sorpresa, pero Urtubey no se corre del eje

En la categoría para Diputados, la aparición de Gabriela Flores, una libertaria poco conocida, liderando la intención de voto con el 34,9%, refleja un electorado aún fragmentado y volátil. Le sigue Emiliano Estrada (25,9%) y luego el reconocido médico Bernardo Biella (19,8%).

Sin embargo, la figura de Urtubey vuelve a ser central incluso en este escenario, como símbolo de una Salta que empieza a reconsiderar liderazgos con trayectoria, gestión y proyección futura.

Expectativa y lectura política

El 31,9% de los encuestados cree que Urtubey ganará la elección, contra un 37,1% que apuesta por Orozco. Aunque los libertarios siguen siendo competitivos, el freno en su crecimiento abre una oportunidad clara para el exmandatario.

Urtubey no solo disputa una banca: plantea una visión distinta para el país, alejada de la confrontación y el ajuste sin red. Su regreso no es solo electoral: es una señal de que el centro político aún puede tener voz propia en la Argentina que viene.

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