EE.UU. respalda a Milei para frenar a China y contener al populismo en América Latina

El respaldo explícito de la administración de Donald Trump al gobierno libertario de Javier Milei no es solo económico: es ideológico, diplomático y geopolítico. A través del Departamento del Tesoro y con el aval del Fondo Monetario Internacional, Estados Unidos sostiene el programa de ajuste argentino, al tiempo que plantea condiciones para garantizar su estabilidad política y neutralizar la influencia china en América Latina.

El mensaje es claro: Milei debe mantener el rumbo de las reformas, pero también trazar una hoja de ruta institucional que incluya a sectores moderados de la oposición. Sin una coalición política más amplia, advierten desde Washington, el avance del peronismo en provincias clave como Buenos Aires podría debilitar al oficialismo y abrir grietas que Beijing sabría capitalizar.

Apoyo económico con condiciones políticas

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, elogió públicamente al presidente argentino durante la Gala del Atlantic Council, donde afirmó que Milei ha “transformado Argentina para mejor” y ensalzó su plan para lograr un superávit fiscal sostenido. «Gracias al liderazgo visionario del presidente Milei, el mundo está empezando a ver a Argentina con nuevos ojos», declaró.

La titular del FMI, Kristalina Georgieva, también se mostró alineada con esta visión tras su reunión con Milei: “Es muy importante mantener el rumbo de las reformas para que Argentina pueda seguir viendo una bajada de la inflación, un aumento de la actividad económica, la reducción de la pobreza y el aumento del bienestar del pueblo argentino”.

Trump, Milei y la batalla por América Latina

En año electoral en varios países de la región —Chile, Colombia, Honduras y Brasil—, Trump ve en Milei un aliado ideológico clave y un caso testigo para bloquear nuevas experiencias populistas. Así como George Bush padre y Bill Clinton usaron el Consenso de Washington para consolidar la democracia liberal tras la Guerra Fría, el expresidente republicano impulsa una “Diplomacia Presidencial” que busca articular un frente hemisférico contra su principal enemigo global: China.

Desde esta lógica, Argentina se convierte en terreno estratégico. Estados Unidos estaría dispuesto a reforzar las reservas del Banco Central argentino si Milei avanza en la cancelación del swap de monedas con China, que asciende a casi 18.000 millones de dólares. A cambio, el mensaje es que debe priorizar una inserción económica alineada con Occidente y cerrar el paso a la infraestructura financiera de Beijing.

Argentina, entre dos mundos

La propuesta norteamericana incluye financiamiento, aval multilateral y respaldo político, pero también exige definiciones. Para Washington, la Argentina de Milei no puede ser neutral. En esa tensión geopolítica, la Casa Rosada deberá decidir si mantiene el delicado equilibrio o se define de forma más explícita por uno de los bloques en pugna.

Mientras tanto, el futuro del programa económico argentino, el equilibrio de su sistema político y su posición internacional se entrelazan en un tablero regional en movimiento, donde cada jugada puede cambiar el curso de la partida

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