Con el objetivo claro de mejorar la seguridad vial para los vecinos y sentar las bases para el desarrollo productivo, el Gobierno de la Provincia, a través de la Dirección de Vialidad y con fondos de Recursos Energéticos y Mineros de Salta (REMSa), avanza a paso firme en la construcción de un bypass vial que permitirá descongestionar el casco urbano de Campo Quijano.
La obra, que se extenderá entre la Ruta Nacional 51 y la Ruta Provincial 36, representa una pieza fundamental en la planificación de infraestructura logística de Salta. En su primera etapa, de seis kilómetros de extensión, ya se ejecutan tareas de liberación de la traza, ensanchamiento de la calzada y construcción de alcantarillas y otras obras de arte necesarias para la estabilidad del camino.
Un proyecto con visión de futuro
El proyecto no se agota en esta primera fase. Está planificada una segunda etapa que conectará la RP 36 con la RP 24, alcanzando una longitud total aproximada de 12 kilómetros. Esta extensión completará un corredor vial estratégico que integrará la RN 9, la Circunvalación Noroeste/Oeste de Salta, la RP 24, el nuevo bypass, la RP 36 y la RN 51, facilitando un flujo de mercancías más ágil y seguro.
Impacto en la seguridad y la economía
Los beneficios de esta obra son múltiples. Por un lado, al desviar el tránsito pesado de mineras y camiones de carga que hoy deben atravesar el centro de Campo Quijano, se mejorará significativamente la seguridad vial para los habitantes, reduciendo riesgos de accidentes, niveles de ruido y contaminación.
Por otro lado, la obra está diseñada para potenciar el crecimiento del sector minero y de actividades afines, agilizando la logística y reduciendo costos de transporte. Este desarrollo no solo impactará en el Valle de Lerma, sino que también servirá como un impulso para las comunidades de la Puna, al facilitar la conexión y el transporte de recursos.
La inversión en esta infraestructura crítica refleja una visión integral que busca tanto el cuidado de los vecinos como la generación de condiciones óptimas para el despegue económico de la región, consolidando a Salta como un eje logístico y productivo clave en el noroeste argentino.