Defensores de derechos humanos aseguran que la actitud de Pablo López es la de un “proxeneta”

La referente de los derechos humanos en Salta y presidenta de la Fundación Volviendo a Casa, Isabel Soria realizó un impactante comunicado a raíz de los hechos de público conocimiento vinculados al concejal Pablo López.

Al respecto, aseguró que “estos hechos no son meramente un escándalo mediático, son la expresión más cruda del abuso de poder, la violencia machista y la naturalización de prácticas extorsivas profundamente arraigadas en las estructuras patriarcales. El contenido del audio difundido, que alude a una supuesta “transacción” en la que se solicita una práctica sexual a cambio de dinero, no solo es obsceno, sino también constitutivo de violencia de género en sus formas más explícitas y humillantes y típico de un proxeneta”, dijo duramente Soria.  

Por consiguiente, en cuando a la denunciante, recalcó que es valorable lo que hizo teniendo en cuenta las consecuencias personales, políticas y mediáticas que puede implicar denunciar a una figura pública, aún más cuando se trata de un hombre con poder institucional.

Soria, recalcó que lo sucedido es, además, un reflejo preocupante del doble estándar de ciertos sectores políticos que, mientras predican discursos de moral, libertad y república, reproducen en lo privado prácticas de abuso, sometimiento y cosificación de las mujeres. No hay proyecto político posible que se construya sobre la base de la violencia, el chantaje o la impunidad.

Por todo lo expuesto exigieron a través de este medio que el concejal Pablo López sea apartado de manera inmediata de sus funciones mientras se sustancia la investigación judicial. Asimismo, que el Concejo Deliberante correspondiente se pronuncie de forma clara y contundente, garantizando que estas actitudes no sean toleradas ni encubiertas.

Además, pidieron que la Justicia actúe con la rapidez, sensibilidad y firmeza que el caso amerita, protegiendo la integridad física y emocional de la denunciante. “Que los partidos políticos que integran o avalan la figura del concejal se expresen públicamente repudiando los hechos, y no se mantengan en silencio cómplice y que los medios de comunicación aborden el tema con responsabilidad, evitando el morbo, el juicio público a la víctima o la banalización de los hechos”.

“Como sociedad no podemos seguir permitiendo que quienes ejercen cargos públicos utilicen su poder para someter, amenazar o humillar a otras personas. La democracia no se construye solamente en las urnas, sino en el respeto irrestricto a los derechos humanos, en la erradicación de toda forma de violencia, y en la coherencia ética entre lo que se dice y lo que se hace. Desde mi lugar, reafirmo el compromiso de acompañar a cada mujer y disidencia que levante su voz frente al abuso. No están solas. Seguiremos trabajando por una sociedad libre de violencias, donde el poder no sea una herramienta para oprimir, sino una responsabilidad para cuidar”, concluyó Soria.

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