Argentina busca alivio comercial con EE.UU.: Werthein avanza en negociaciones clave con el gobierno de Trump

En un contexto de tensión económica global, el gobierno de Javier Milei impulsa una estrategia comercial agresiva con Estados Unidos para reducir los aranceles del 10% y 25% que afectan a las exportaciones argentinas, especialmente al acero y aluminio. La gestión quedó en manos del canciller Gerardo Werthein, quien se reunió esta semana en Washington con Howard Lutnick (Secretario de Comercio) y Jamieson Greer (jefe de la USTR), marcando el primer paso hacia un posible acuerdo bilateral.

Los números de la crisis

Según el último informe de la Oficina del Representante Comercial de EE.UU. (USTR), Argentina sufre una fuerte asimetría:

  • 54% de sus exportaciones están gravadas con aranceles.
  • El 25% adicional aplicado al acero y aluminio por decisión de Donald Trump en 2018 sigue vigente.
  • El 46% restante está exento gracias a excepciones negociadas previamente.

El documento, que dedica cuatro páginas al caso argentino (foja 14), detalla barreras como:
✔ Prohibiciones de importación
✔ Restricciones aduaneras
✔ Conflictos en propiedad intelectual

La apuesta de Werthein y Caputo

El canciller logró un primer avance político y ahora trabaja en conjunto con el ministro de Economía, Luis Caputo, para:

  1. Presionar por la rebaja arancelaria antes de las elecciones en EE.UU.
  2. Acelerar el acuerdo con el FMI, clave para la estabilidad macroeconómica.
  3. Sentar las bases de un tratado comercial futuro, algo históricamente esquivo para Argentina.

La sombra de Trump y el factor Milei

La relación Milei-Trump se consolida como un activo estratégico. Fuentes cercanas a la negociación destacan que:

  • El expresidente republicano sigue influyendo en la política comercial estadounidense.
  • Milei busca capitalizar su alineamiento ideológico con Trump para suavizar el proteccionismo.

¿Qué sigue?
Los equipos técnicos de ambos países analizarán en las próximas semanas:

  • Un plan de desgravación progresiva para los sectores más castigados.
  • Posibles contraprestaciones argentinas en áreas como minería o energía.

Mientras tanto, el gobierno argentino deberá demostrar avances concretos ante un sector privado que clama por competitividad perdida.

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