Cómo prevenir el golpe de calor y la deshidratación en días extremos

Las altas temperaturas pueden afectar gravemente la salud, especialmente si se realizan actividades físicas en condiciones extremas. La pérdida excesiva de electrolitos, como sodio y potasio, puede provocar alteraciones en el ritmo cardíaco, poniendo en riesgo el bienestar general. Por ello, el Ministerio de Salud Pública recomienda tomar precauciones para evitar golpes de calor y deshidratación, sobre todo en niños y adultos mayores, quienes son más vulnerables.

El golpe de calor ocurre cuando el cuerpo se expone por demasiado tiempo al calor intenso o se esfuerza físicamente en un ambiente caluroso. Sus síntomas incluyen mareos, sudoración excesiva, piel seca, náuseas y temperatura superior a 39°. En caso de presentarse, es fundamental actuar de inmediato: trasladar a la persona a un lugar fresco, mojar su ropa y darle agua en pequeños sorbos hasta que reciba asistencia médica.

Para evitar estos problemas, se recomienda aumentar el consumo de agua, evitar bebidas alcohólicas o con cafeína, reducir la actividad física en horas de mayor calor y permanecer en espacios ventilados o acondicionados. También es importante usar ropa ligera, protegerse del sol con gorras o sombreros y no exponerse entre las 10 y las 17 horas.

La deshidratación puede ser leve, moderada o grave, siendo esta última una emergencia médica. Algunos signos de alerta incluyen piel apagada, debilidad, confusión, ojos hundidos y orina oscura. Ante cualquiera de estos síntomas, se debe buscar atención inmediata. El cuidado ante el calor es clave para evitar complicaciones y disfrutar de un verano seguro.

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