A fines de febrero, el Gobierno de Salta decidió, a causa de los recortes de Nación que se hicieron sentir en todas las áreas, desde salud, obras públicas, transporte y educación, entre otros, no brindar atención (salvo en emergencias) a extranjeros. A raíz de esto y según los primeros informes, se redujo en más de un 80% la atención y de 30 consultas diarias, bajaron a menos de 10.
Al respecto, detallaron que los montos de las prestaciones sanitarias van desde los 100 mil hasta los 250 mil pesos. Cabe mencionar que los principales hospitales de la zona como el Juan Domingo Perón, de Tartagal y el San Vicente de Paul, en San Ramón de la Nueva Orán registraron una importante caída de la concurrencia de pacientes de países limítrofes, sin embargo, este fenómeno de se repite en los 52 hospitales públicos de la Provincia.
Desde el Gobierno reiteraron que los principales argumentos para justificar esta medida tienen que ver con en el dispar cumplimiento del esquema de reciprocidad entre las provincias limítrofes y los Estados en los países limítrofes, especialmente a Bolivia. “En la última década numerosos casos de ciudadanos argentinos que sufrieron accidentes en ese país particularmente y se les ha negado la atención médica. Además de las denuncias de “tours sanitarios” que ingresaban al País para atenderse y hasta realizarse cirugías de alta complejidad”.
Por último, desde el gobierno de Salta insistieron en que esta medida se tomó bajo el criterio de proteger la sustentabilidad y funcionamiento adecuado del sistema de salud público para los salteños.
El ministro de Salud, Federico Mangione, no obstante, aclaró que, ante cualquier situación de riesgo de vida, la atención se brindará sin distinción del origen de las personas. “A quienes estén en tránsito se los va a atender, se les solucionará el problema y luego se verá a quién se le factura por los honorarios y gastos que ocasione el servicio” señaló.