Este viernes terminan las clases y comienzan las vacaciones de invierno, pero no cierran de la mejor manera. Decimos esto porque ocurrió algo histórico en las escuelas de Salta y es que los niños no recibieron su libreta de calificaciones como tradicionalmente la conocemos. En algunos casos se les entregó un “papelito” que con gran amor y dedicación preparó cada maestra, y en otros, los papás sólo le sacaron foto a una planilla que tenía la docente.
El Ministerio de Educación explicó en un medio salteño que esto se debió al faltante de Gasoil en Salta y además que en las imprentas no había papel, sin embargo, al parecer el problema fue sólo en esta provincia y no en las que también tenían el mismo faltante de combustible.
Ahora nos preguntamos. ¿Será que hubo una mala gestión por parte del Ministerio y no se preocupó por el tema? ¿Cómo es que en otras provincias no ocurrió si el problema era en el noroeste?
Por una razón u otra, lo sucedido marca un precedente vergonzoso en la provincia ya que habla de una falta total de compromiso y de dejadez por parte de las autoridades de educación que no buscaron la manera de resolver el tema con tiempo.
A muchos este evento no les sorprendió puesto que cabe recordar que con la gestión de Matías Cánepa los docentes estuvieron casi dos meses de paro, con cortes por toda la ciudad, el Grand Bourg tomado, disturbios con la Policía y aún así el Gobierno no daba el brazo a torcer. Sin dudas, esto da cuenta de una gestión que deja mucho que desear y que logró desestabilizar el proyecto político de Sáenz, que quizás por «una amistad» lo mantiene en el cargo.
¿Qué otras sorpresas nos seguirá dando esta gestión de educación?